jueves, 23 de mayo de 2013

Guirnaldas y banderines reciclados

banderines papel reciclado

Hoy os voy a enseñar qué hice con los restos del libro que destripé haciendo el macetero, si no has visto el tutorial puedes encontrarlo aquí. No sé a vosotros, pero a mi me cuesta muchísimo tirar restos de cartulinas, cualquier tipo de papel de colores, de regalo, revistas o cajas, siempre guardo todo por si acaso...
Esta vez, aprovechando que pronto era el día del libro, reciclé las hojas de los libros que había cortado para hacer unos bonitos banderines y unas quirnaldas.
 
 
En las revistas de decoración aparecen por todos lados, de tela, papel, ganchillo, hechos con mapas, washi tape...
La verdad que como elemento decorativo son ideales, llenan de alegría, dan un toque de color a la estancia y lo mejor, son muy fáciles de hacer, sólo necesitas papel, un cordón o hilo, aguja y cinta adhesiva.

banderines y guirnaldas de papel reciclado paso a paso

No creo que tenga que explicar paso a paso.
Si quieres hacer la guirnalda, corta circunferencias y las perforas por el centro, yo en este caso hice unos cuantos cortes y los doblé para que quedaran un poco ahuecados.
Para los banderines triangulares se hace un patrón triangular, dejas un centímetro para doblar y esconder el hilo, despues se pega con un poco de celo y listo.
Debes dejar un poco de cuerda  para colgarlos por los extremos.
En la entrada de la Biblioteca del Instituto han quedado muy bonitos y en la Feria del Libro de Toledo en el Stand de Ediciones DB también:


banderines

 

Seguro que tenéis algún rincón en el que pueden quedar estupendos. ¿Te animas a hacer los tuyos?

lunes, 20 de mayo de 2013

TUTORIAL LIBRO MACETERO



libro macetero


¡Bienvenidos a mi primer tutorial!
Voy a estrenar este espacio plantando un bonito cáctus en un libro.
Desde que vi por primera vez un libro convertido en maceta tuve claro que quería hacer uno. Así que estuve unos cuantos años buscando y guardando libros (mudanza tras mudanza) que reunieran las condiciones. Siempre da pena destrozar un libro de esta manera, así que lo ideal es encontrar uno que no sea tuyo, o que esté en un idioma que no vas a aprender nunca y lo más importante, que sea muy muy gordo.
Cuando me puse manos a la obra comprobé que no había ningún tutorial, además los libros que aparecen están fantásticos para la foto, pero encuentro algunos problemas que más tarde comentaré.
Vamos por pasos:





















1.- Un libro gordo que no vayamos a leer.
2.- Cola blanca.
3.- Pincel o brocha.
4.- Una planta pequeña. 
5.- Un tiesto pequeño que podamos camuflar dentro del libro.
6.- Piedras decorativas.
7.- Una tapa que nos sirva como plato para el agua sobrante.


PASO 1: Hacemos un agujero al libro del tamaño del tiesto que tengamos, con cútter si tiene una forma cuadrada o con taladro y una corona grande si queremos que sea circular. (Quiero agradecer a Javier de Tecnología su ayuda y paciencia en esta parte).

PASO 2: Colocamos una rejilla entre la contraportada y la última página, lo pegamos todo con la cola.

PASO 3: Damos unas capas de cola al agujero para impermeabilizar todo lo posible y evitar que el libro se acabe estropeando.

PASO 4: Ponemos una tapa (ésta es de una lata de paté) para recoger el agua sobrante con un poco de cinta adhesiva.
NOTA: Los libros que encontré en internet no contaban con ningún tipo de agujero ni recipiente que ayudara a drenar el agua a la planta. El macetero tiene que ser bonito y práctico. Si la planta.no drena bien el agua las raices pueden llegar a pudrirse.

PASO 5:  Trasplantamos el cáctus al nuevo tiesto. En este caso he reciclado una caja de bastoncillos de los oídos, para ello recorté con un cútter  la altura justa para que no se viera el tiesto una vez metido dentro del libro.
NOTA: He escogido un cáctus porque necesita poco espacio y poca agua ya que regar la planta es un momento delicado, hay que tener bastante cuidado para que el libro no se moje.

PASO 6: Metemos la plantita dentro del agujero y adornamos con unas pidrecitas.
Por último buscamos un rinconcito acogedor y luminoso.




Decorar cualquier rincón con una planta lo llena de vida, además siempre es un regalo muy socorrido, no falla nunca. Espero que os haya gustado.
¡Que tengais un buen día!




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